El Ibón de Estanés (1.754 m) y el Puerto de Estanés (1.806 m) desde el aparcamiento de Sansanet (1.320 m)(Francia). Distancia: 9,6 km. Desnivel superado: 574 m. Duración ida y vuelta: 4,5 horas.

Hola de nuevo amigos y seguidores de mi blog. Hoy me voy con mi amiga Mónica a realizar la subida a un bonito ibón del Pirineo aragonés perteneciente a la comarca de la Jacetania; el Ibón de Estanés. Estamos a 9 de agosto del 2022 y las previsiones de la «meteo» no son muy reveladoras, lo explican con un dibujo que incluye una nube tapando medio sol y de la nube saliendo gotas de agua, es decir, puede pasar cualquier cosa. Pero bueno, confiando en que nos toque la parte buena, esto es, la del sol, nos animamos a realizar la salida.

La excursión de hoy se encuentra en la comarca aragonesa de La Jacetania (salvo breve recorrido en la parte francesa)

Hay varias formas de llegar a este ibón. Una de ellas sería desde los Valles Occidentales, por la Selva de Oza, viniendo desde la Guarrinza, y cruzando Aguas Tuertas, siguiendo el GR 11 (esta ruta también la incluiré próximamente en el blog pues la he hecho). Otra sería desde Candanchú, por el Cuello Causiat y la Gave d’Aspe; y una tercera desde el refugio de Lizara, recorriendo el valle de los Sarrios. Todas estas son rutas más largas, para que os hagáis una idea, sólo la ida por Aguas Tuertas te llevará mínimo 5 horas, el resto algo menos, pero hay que contar con la vuelta.

La que haremos hoy es ideal para realizarla en una mañana y el recorrido es muy bonito. Iremos en coche hasta el aparcamiento de Sansanet en Francia y desde allí iniciaremos la caminata hasta el ibón de Estanés, al que llegaremos en unas dos horas y media contando con las indispensables paradas para hacer fotos y demás.

Cómo llegar al aparcamiento de Sansanet -Francia- (1.320 m)

Para llegar al aparcamiento de Sansanet, primero hay que atravesar el Somport, paso fronterizo entre España y Francia desde el Valle del Aragón. Deberemos dirigirnos a la estación de esquí de Candanchú, en Huesca. Esta ruta la he explicado varias veces en otras entradas del blog, así que la doy por conocida. Justo al lado de Candanchú, está la frontera. En el paso del Somport, se pueden apreciar los edificios de la antigua aduana a cada lado. Hay que cruzar a Francia por ahí.

Frontera entre Francia y España y antiguos edificios de la aduana, seguimos recto. A la vuelta se pasa por debajo del tejadillo que se ve en la foto

Hay otra ruta alternativa, que evita el paso por la antigua aduana del Somport; desde las proximidades de Canfranc Estación, tomar el túnel internacional del Somport, que tras 8,5 km nos dejará en el lado francés, pero luego para llegar al parking de Sansanet hay que retroceder por la carretera otra vez hacia España.

A la salida del túnel, ya en Francia, a unos 850 metros, hay que desviarse y tomar la carretera que sale a mano derecha hacia el puerto de Somport y de aquí en 3,5 Kms se llega al parking de Sansanet. Yo personalmente prefiero el recorrido hasta Candanchú.

Una vez cruzamos la frontera, hay que descender con el coche por una carretera, ya en territorio francés. Como a unos a 5 km,nos encontramos con una curva bastante pronunciada hacia la derecha, la curva se distingue fácilmente porque hay unas señales azules con flechas blancas a lo largo de la misma advirtiendo del giro, lo podéis ver en la foto que pongo debajo.

La curva antes del aparcamiento, como se puede ver hay unas señales repetidas de color azul, con una flecha blanca, justo después de esto está el aparcamiento de Sansanet

Una vez se sale de la curva, y a la izquierda, está la pista que desciende hacia una explanada que es donde se puede estacionar. Hay espacio suficiente, para unos veinticinco vehículos o más. Un cartel, un poco pequeño, la verdad, anuncia el parking de Sansanet, pero bueno, con estar atentos tras la curva, no hay pérdida. Tal vez también os ayude la visión de los coches que seguro están en las inmediaciones. Ya allí, aparco e iniciamos la excursión.

A la izquierda de la carretera, y una vez salimos de la curva, se puede ver la pista que baja a la explanada
Explanada y aparcamiento de Sansanet. Al fondo, el circo del Aspe (2.645 m)
Visión hacia atrás, por dónde he bajado con el coche

Inicio de la excursión

Justo al lado del parking, hay unos paneles que explican la zona en la que nos encontramos y un poste en las proximidades con indicaciones para dirigirse al ibón de Estanés. Está en francés, así que hay que seguir hacia el lac d’Estaens, como lo llaman ellos, a 1,30 horas desde nuestra posición.

Paneles que nos ayudan a ubicarnos.
Lac d’Estaens, a hora y media

Cruzando el Gave d’ Aspe

Siguiendo las indicaciones, hemos descendido unos metros por una pista ancha y cómoda y nos dirigimos hacia un puente. Esta construcción permite cruzar un estrecho y poco profundo río, más bien parece un torrente. Es el Gave d’Aspe, un río torrencial que atraviesa el valle de Aspe, uno de los tres valles principales del Alto Béarn, en el suroeste de Francia. Tiene 58,1 km de largo. Se forma en el Aspe Cirque, debajo del Aspe.

Pero antes de seguir con la excursión, un dato curioso. El 27 de marzo de 1970, el puente del Estanguet, que cruza el Gave d’Aspe al sur de Bedous, fue destruido en un accidente de tren que provocó el cierre del tramo Bedous-Canfranc de la línea de Pau a Canfranc. Desde entonces el paso ferroviario desde España a Francia es imposible por esta zona, y motivo desde hace 52 años de innumerables reivindicaciones a ambos lados de los Pirineos para la reapertura «del Canfranc» como se llamaba al tren que lo recorría. De momento, Francia no ha reparado el puente.

Hace 52 años el puente del Estanguet, que cruza el Gave d’Aspe al sur de Bedous, fue destruido en un accidente de tren, el puente sigue sin ser reparado por los franceses y la línea férrea cortada
Estación de Canfranc, construida en 1928 y que tenía como fin unir Francia y España atravesando los Pirineos por Somport ahora se está remodelando para convertirlo en un hotel de lujo

Pues tras este pequeño apunte histórico, continuamos cruzando el río Gave d’Aspe por el puentecillo que aparece en la foto de debajo que nos interna en el precioso bosque que se ve.

Puente sobre el Gave d’Aspe
Paneles en francés y español advirtiendo de que no se permiten perros, motos ni bicicletas BTT

De momento, aunque está nublado, no llueve, con lo cual, mucho mejor. Nos adentramos cada vez más en el frondoso y bonito bosque de hayas, abetos, acebos y serbales de los cazadores. Hemos comenzado la caminata sobre las nueve y cuarto de la mañana, y aunque no hace frío, el ambiente es muy agradable. Seguimos caminando, siempre siguiendo las indicaciones de los postes, hasta que tenemos que cruzar un pequeño torrente que está seco ahora, por un sencillo puente de tablas.

Indicaciones en amarillo, el camino está muy bien señalizado
Salvamos un torrente seco por un puente de tablas

Enseguida volvemos a encontrar otro poste con direcciones. A la izquierda, el Lac d’ Estaens y el parking d’ Espélunguère. Seguimos por ahí.

Poste con direcciones

Comienza el ascenso por el bosque

Una vez hemos cruzado el río y el puente de tablas, comenzamos a subir entre los árboles del bosque por una senda bastante cómoda. La pendiente es moderada, y se hace muy agradable de superar en este entorno de verdor, aire fresco y muy puro.

Subiendo entre los árboles

No hay apenas rocas y piedras en esta parte del sendero, que está en su mayor parte tapizado por las hojas caídas el otoño anterior. Su color marrón rojizo contrasta con el blanquecino de los troncos y el verdor de las copas de los árboles.

De vez en cuando, sobre los troncos, se puede observar que han pintado unas marcas blancas con una raya roja en medio (lo veis en base del tronco a la derecha de la foto que os pongo debajo) que nos servirán también para orientarnos, pero la verdad es que el camino es tan evidente, que aunque no estuvieran ahí, no habría pérdida. Imagino que serán más útiles en época invernal, cuando la nieve tape la senda Estas marcas son las del sendero HRP francés correspondiente a la Senda de Camille, llamado así porque Camille fue la última osa que habitó estos parajes.

Pintura blanca con una raya roja en medio, indicadores de dirección francesas del sendero HRP, Camille

Nuevo desvío hacia el Lac d’ Estaens

En un determinado momento, vencido un último trecho de pendiente, llegamos a una parte más horizontal del recorrido donde nos encontramos de nuevo con un poste indicativo de dirección.

Al fondo, a la izquierda, un pequeño poste de dirección de color amarillo, igual que el resto por esta zona

Una vez se llega a este poste hay que prestar atención porque si siguiéramos recto, por una ancha pista en descenso, nos dirigiríamos a la zona del Peynerène, y hacia la izquierda al parking d’ Espélunguère. Para llegar a nuestro objetivo, deberemos girar a la derecha según indica el cartel en suave subida por la misma pista que viene de Peynerène.

Cruce de caminos, con poste de dirección

A continuación se sigue subiendo por una pista muy bien acondicionada, ancha y confortable para la marcha, que atraviesa esta parte del bosque. El cielo está nublado parcialmente, pero parece que cada vez se quieren ver más claros entre las nubes. Igual tenemos suerte y vemos el sol.

Un corto tramo de ancha pista

Unos pocos minutos después, la pista llega a una zona más abierta. A la izquierda de nuestra posición, emerge, imponente, la vertiente norte del pico del Aspe (2.640 m), justo a la derecha en la foto de debajo, y más a su izquierda, la famosa Zapatilla (2.225 m) con su característica forma de suela de zapato.

El Aspe (2.640 m) y la Zapatilla (2.225 m)

Con el zoom saco más de cerca la Zapatilla. Es una vista algo diferente a la que se aprecia desde la estación de esquí de Candanchú, pues aquí se puede contemplar un poco de lado. Y es precisamente por ese lateral por donde los alpinistas realizan una parte de la llamada «vía de la suela», una vía ferrata que ha sido recientemente equipada por el ejército, progresando por una chimenea que está próxima a una cueva natural en la roca, un minúsculo punto negro en la foto que os pongo debajo, aproximadamente un poco más allá de la mitad de la suela, hacia arriba.

La Zapatilla vista de lado

Cruce de caminos: la cabaña d’ Escouret

Tras una escasa y agradable media hora desde que comenzamos la caminata en el aparcamiento, y contando con que hemos parado a hacer alguna foto, llegamos de nuevo a un cruce de caminos y a varios carteles indicativos. Estamos en una zona bastante abierta, de prados. A nuestra derecha, abajo, vemos la cabaña d’Escouret. Allí hay un montón de ovejas y un pastor que se llama Jean Louis (en rojo en la foto). Si vas a visitarlo antes de las 13 horas, podrás comprarle queso. Nosotros no fuimos, pero os dejo a continuación unas fotos para que os hagáis una idea del lugar.

Nosotros dejaremos el desvío a la derecha que va hacia la cabaña y seguiremos hacia la izquierda, ladera arriba, tal y como se ve en la foto de debajo, donde si os fijáis, se encuentra también el poste de color amarillo indicativo de dirección.

Deberemos dirigirnos hacia la izquierda, subiendo por la senda la ladera de la montaña
Ruta perfectamente indicada
La cabaña d’Escouret, del pastor Jean Louis que queda abajo a nuestra derecha

Continuamos caminando monte arriba, hacia lo que parece una zona en la que se alterna el bosque con los claros.

Subiendo por la cómoda senda

En un lateral del camino, crece un gran arbusto. Parece, por la disposición de los frutos, unas bayas rojas, que es un saúco rojo. Los frutos no se comen, pero no son tóxicos. Conforma un arbolillo muy vistoso.

Un saúco rojo y sus bayas

Se sigue ascendiendo, estamos rodeados en ocasiones de bonitos helechos a cada lado del camino. El cielo todavía está gris. Pero no cae ni una gota y la temperatura es muy agradable.

Seguimos subiendo. Mi amiga Mónica va a buen ritmo. Así llegaremos pronto al ibón
En alguna ocasión nos topamos con bonitos helechos a los lados del camino

Zigzagueando en lazadas por zona más abierta

En un momento determinado, llegamos a una zona más abierta y la senda comienza a zigzaguear en amplias lazadas superando la pendiente de la ladera. Se pueden ver también enebros y alguna sabina rastrera en las proximidades.

Enebros y alguna sabina rastrera

Un cartel advierte en francés que no se abran senderos nuevos, pues perjudican el entorno natural, advirtiendo que se ha recuperado la zona en este sentido recientemente.

No trazar senderos nuevos advierte el cartel francés

Mientras subimos, coincidimos con más gente. Son franceses. Al fondo, mirando hacia atrás, sigo viendo la Zapatilla junto al Aspe.

Vista atrás. Al fondo, la Zapatilla y el Aspe
Trazando lazadas

La mañana no termina de despejar del todo pero al menos el tiempo se mantiene estable. Desde este punto, todavía en Francia pero muy cerca de Aragón , me hago una foto con la Zapatilla de fondo, a lo lejos. Aún está nublado pero comienzan a abrirse claros, tal vez ya no llueva hoy aquí.

Todavía en Francia, con el Aspe y la Zapatilla de fondo

El terreno es más bien de color rojizo aquí. Casi seguro que son areniscas del Pérmico y del Triásico, como sucede en las inmediaciones del Anayet o en la Canal Roya. Ahora subimos por una ladera algo empinada que nos conduce a una zona de bosque. Entraremos y saldremos varias veces a este bosque formado por hayas, abetos, acebos, enebros y alguna sabina como os comenté anteriormente.

Terreno rojizo
Pasamos por una zona de bosque de nuevo, durante un tramo no muy largo de esta senda

Ya fuera del bosque, seguimos subiendo la ladera de la montaña trazando nuevamente amplias lazadas aunque siempre en pendiente. Nos encaminamos hacia el puerto de Estanés. Al poco rato llegamos a una zona de prados surcados por un riachuelo que ahora no lleva agua apenas.

Trazando lazadas por la pendiente hacia el Puerto de Estanés

Abandonamos Francia, entramos en Aragón: el Puerto de Estanés (1.806 m)

En un momento determinado, nos encontramos con un panel en el que, en francés, expone el reglamento del parque nacional. Justo en este punto, está la frontera. A partir de aquí, vemos la última de las señales del HRP y entramos en España (Huesca). Seguiremos ahora el GR 11 (senda de gran recorrido pirenaico) hasta el ibón de Estanés.

Aquí está la frontera francesa. Pasamos a España, enlazamos con el GR 11

Sencillamente aquí las vistas son impresionantes. El momento bien merece una foto. Y un posado. Tras de nosotros todo el circo del Aspe por su cara norte. De derecha a izquierda en la foto de debajo; la Llana del Bozo (2.420 m), una cima precedida de una planicie alargada, seguidamente como una pirámide aislada en el centro de la foto, la LLana de la Garganta (2.599 m), y a continuación, dibujando una doble cima, el Aspe (2.640 m) y ya en el extremo izquierdo, con forma alargada, en color gris, la Zapatilla ((2.225 m).

Un bonito recuerdo con la vertiente norte del Aspe a nuestra espalda
Este lugar es impresionante, aquí ya estoy en territorio aragonés
El Aspe, doble cima a la derecha en sombra, la más alta; y la Zapatilla en el extremo izquierdo
Llana del Bozo (2.420 m), el pico en el centro de la foto

Sigo viendo la LLana de la Garganta (2.599 m), a la derecha, con su característica roca gris clara, y a la izquierda, el Aspe(2.640 m). Entre los dos, la Brecha del Aspe (2.425 m).

De derecha a izquierda, LLana de la Garganta (2.599 m), la Brecha del Aspe (2.425 m) y el Aspe(2.640 m)

Areniscas rojizas y caliza

A medida que vamos subiendo y aproximándonos al ibón siguiendo el trazado del GR 11, hacen su aparición algunas piedras calizas que presentan el fenómeno conocido como el karst, que es el resultado de la acción del agua sobre las rocas solubles, en un lento proceso de disolución que tarda en desarrollarse miles e incluso millones de años( aproximadamente son unos 5 mm de avance en la roca cada cien años).

Disolución de las calizas

Pero también aparecen las areniscas de color rojizo. Laderas, fondos de barrancos, así como el propio camino se tiñen de este color tan característico y además bonito, que contrasta con los prados y la roca gris. Aquí hay ganado vacuno, que en época estival, viene a pastar. Son las vacas las que han trazado varios senderos paralelos y a veces enrevesados y que nosotros seguimos.

Senderos trazados por las vacas y también por los senderistas

Ahora parece que la luz del sol, aunque de forma tímida, comienza a aparecer. Miro hacia atrás y sigo deleitándome con las cumbres del macizo del Aspe.

Mirando hacia atrás, sigo viendo los picos que os describí antes
Al fondo un montículo formado enteramente por areniscas rojas
En esta parte del trayecto no hay agua ni árboles

Este color rojizo tan bonito que presenta el terreno cuando no está cubierto de hierba no es otra cosa que una mezcla de arenisca, conglomerados y lutitas. Se trata de rocas sedimentarias formadas hace casi 300 millones de años, durante el Pérmico. Son restos de la antigua cordillera varisca. El contacto del hierro de los sedimentos con la atmósfera produjo su oxidación generalizada. Así se explica el intenso color rojo que exhiben las rocas.

Un pequeño arroyo prácticamente seco ahora, señal de que estamos no demasiado lejos del ibón de Estanés

También desde aquí veo los Pirineos franceses, por encima de la zona donde tenemos aparcado el coche. Desde aquí se aprecia el Col de Causiat, a la izquierda de la foto. Y al frente, en gris, el Macizo de Sesques .

Pirineo francés

La Cúpula de Secús (2.421 m)

Casi de repente, a medida que avanzamos, aparece la Cúpula de Secús. Es la cumbre más destacada de la sierra de Secús, cerrando por el Norte la Foya de Bernera. Su vertiente Norte desciende hacia las aguas del ibón de Estanés (1.771 m) donde ahora vamos.

Con forma redondeada y en gris, aparece la Cúpula de Secús (2.421 m) y de frente, este precioso monte rojizo

Y como no podía ser de otra forma, en una excursión estival que se precie, hacen su aparición las vacas, que como siempre, pastan a sus anchas en estos maravillosos parajes.

Ganado vacuno pastando a sus anchas
También terneros

Junto a la Cúpula de Secús a la izquierda de la foto, junto a una ladera en punta tapizada de verde, el pico Liouviella (2337 m).

Ya se ven el pico Liouviella y la Cúpula de Secús, el ibón está cerca
Montones de piedras señalando la ruta (en el centro de la foto)

Son las 10,30 de la mañana y como os digo, el ibón tiene que estar a punto de aparecer. Nos estamos acercando a la zona más alta del Puerto de Estanés (1.806 m).

Tras pasar una zona más pedregosa, la vista se abre al horizonte y nos permite contemplar totalmente la Sierra de Secús, donde está la Cúpula de Secús que os he mencionado antes.

A la izquierda la Sierra de Secús

Llegada a la parte más alta del Puerto de Estanés en las proximidades del ibón (1.806 m)

Y finalmente, tras una hora y media de caminata aproximadamente, llegamos a la zona más elevada del Puerto de Estanés. En una hondonada, abajo, aparecerá pronto el ibón. Esta es la altura máxima a la que llegaremos hoy, al menos de momento.

Estamos en la zona de más altura del Puerto de Estanés

El ibón de Estanés (1.754 m)

Y ya, abajo, en una olla, como un espejo brillante, aparece el agua del ibón. La Sierra de Secús, con sus picos principales, se comienza a reflejar en sus cristalinas aguas.

El ibón de Estanés

Como no podía ser menos, una vez llegado a nuestro objetivo, no pueden faltar un par de fotos con este entorno tan impresionante. Aquí se respira paz y tranquilidad, aunque nos hemos topado con gente que venía al mismo lugar que nosotros, en esta inmensidad hay sitio para todos. Ahora aún se reflejan más los picos del entorno. Es una estampa preciosa.

El cristalino ibón de Estanés y la Sierra de Secús tocando el agua
Otra foto para el recuerdo, con mi amiga Mónica, en un ibón realmente precioso
Un verdadero espejo para las cumbres del entorno

Pero algo me llama la atención. En la cima de la Cúpula de Secús, parece haber algo. Unas formas alargadas, aunque desde aquí diminutas. Decido hacer una foto con el zoom y…voila, son unos montañeros que han subido hasta allí.

La Sierra y la Cúpula de Secús
Zoom sobre la Cúpula de Secús con montañeros que han hecho cima
Entorno maravilloso

Rodeando en altura el ibón de Estanés

Una vez allí, decidimos descansar un buen rato y comer. Incluso mojar los pies en el agua del ibón. He de decir que probé a entrar y nada más apoyar el pie, me hundí en el lodo rojo hasta casi la rodilla. ¡Menuda trampa mortal! Luego, al marchar, me di cuenta de que la gente que se bañaba, lo hacía en una zona más alejada de nuestra posición que tenía el fondo de roca y no de lodo. Para otra ocasión ya lo sé.

Seguidamente, decidimos que vamos a rodear parte del ibón y que vamos a subir a una lometa para tener una visión en altura del mismo, así que nos alejamos de la orilla y comenzamos a subir por las praderas que lo rodean a nuestra derecha.

Ganando altura sobre el ibón
Subiendo por los prados
El Castillo de Acher asoma , en gris, a lo lejos

Decidimos que un buen lugar para contemplar el ibón en altura sería un monte rocoso que tenemos enfrente, así que para allá vamos.

Vamos a subir al pequeño monte rocoso que se ve al frente en la foto

Como pasa siempre que se avanza en subida, a veces aparecen sorpresas que quedaban ocultas a la vista, como una pequeña charca de fondo marrón rojizo que nos encontramos.

De camino, aparece un «mini» ibón, o más bien charca marrón donde seguro se refrescan las vacas
La charca y el montículo donde vamos a subir, al fondo
Llegando al risco

A medida que nos vamos acercando, el montículo no lo es tanto y podría calificarse de pequeño risco, ya que para llegar a la cima hay que subir zigzagueando por los prados de la derecha. Una vez arriba, no sólo vemos el ibón de Estanés desde otra perspectiva, sino muchos más picos de nuestro alrededor e incluso otros en la lejanía como el Midi d’ Ossau (2.884 m) asomando altivo en el horizonte , el Pic de Sesques (2.606 m), el Castillo de Acher (2.378 m), y el más cercano pico Acué (2.258 m).

En el centro, el Midi d’ Ossau (2.884 m)
En sombra, el Pic de Sesques (2.606 m)
En el centro, en gris, asomando sobre las areniscas del pérmico, el Castillo de Acher (2.378 m)
El Castillo de Acher, que asoma en la lejanía, sacado con el zoom

El pico Acué (2.258 m) presenta en su laderas esa arenisca rojiza que lo llena todo y que le da ese aspecto tan bonito.

El rojizo pico Acué

Ahora, en este monte, seguro que hemos superado la altura máxima del Puerto de Estanés, así que estaremos por encima de los 1.800 m. Hay que hacerse una foto con el ibón desde otra perspectiva. Tras de mí se ve perfectamente la parte de la Sierra de Secús que toca el agua.

Una foto con otra perspectiva del ibón que queda más abajo aún que desde el Puerto de Estanés

Sigo viendo por aquí rocas calizas disueltas en las que han quedado agujeros caprichosos en la roca.

Caliza disuelta formando huecos en la roca

Una vez hemos contemplado las vistas en 360º que nos ofrece este risco, decidimos bajar hasta la zona de la orilla, donde parece distinguirse como una pequeña presa y una caseta. Iremos por la izquierda de la ladera que se ve en la foto y que presenta un cortado hacia la derecha bastante profundo (zona de sombra).

Junto al agua en la zona de roca, (apenas se distingue desde aquí), una pequeña caseta. Allí iremos

¿Qué hay sobre la ladera del pico Acué?

Pero antes de iniciar la marcha, y en la ladera del pico Acué, veo como una fila blanquecina, parece como un camino blanco, pero no es lo que parece. Con el zoom descubro que es una perfecta y ordenada fila de…ovejas. Os dejo unas fotos de la curiosa formación ovina.

En la lejanía, una ralla blanca sobre la ladera de la montaña me llama la atención
Pero a medida que me acerco con el zoom…
Se distingue… un gran número de ovejas
Aunque hay alguna descarriada por la parte de arriba…¿la veís?

A medida que progreso por la ladera y me entretengo haciendo fotos, mi amiga ya me ha cogido la delantera, pero no obstante decido que me voy a acercar al cortado con cuidado a ver que se ve desde allí antes de reunirme con ella.

Me aproximo al cortado con cuidado

Y la visión es espectacular. La montaña se precipita hacia abajo, en un cortado muy pronunciado. Hay bastante patio, así que me asomo con cuidado.

El cortado
Con el ibón a un lado a la izquierda y el precipicio al otro a la derecha
Desde aquí se adquiere otra perspectiva del ibón totalmente diferente, hemos venido desde el fondo a la izquierda

Indicación de dirección al parking d’ Espélunguère

Mientras sigo avanzando y contemplando aún el cortado en toda su extensión con sumo cuidado, me encuentro con un cartel clavado en la roca. Indica la dirección para ir al parking d’ Espélunguère y apunta directamente al abismo.

Esta ruta, de hacerla, me permitiría realizar una circular, regresando por el valle d’ Espélunguère (donde damos de nuevo con el HRP), que alcanzaríamos por el puerto de Bernera o el Pas de l’Echelle. Esta bajada, aunque equipada con una escalera metálica, es más empinada. Ahora mismo vuelvo a estar en la frontera francesa, justo en la línea que hace de divisoria entre los dos países vecinos.

Cartel de ruta hacia Francia

En esta foto que pongo debajo, a la derecha, se ve la senda que desciende entre unas rocas y luego da un giro brusco a la izquierda comenzando a bajar la ladera hacia el parking d’ Espélunguère. Quizás en alguna otra excursión me anime a hacer esta ruta para volver al aparcamiento de Sansanet. Ahora voy a bajar al ibón donde tal vez ya me esté esperando mi amiga Mónica.

Hacia el parking d’ Espélunguère, la bajada es pronunciada

Nos hemos estado moviendo ahora entre Francia y España, a ratos con un pie en el país vecino y otro en Aragón. En el mapa del Google Earth de debajo, se ve la línea de la frontera, en amarillo. Toda la Sierra de Secús, el ibón de Estanés… es Aragón y pertenece a la comarca de la Jacetania.

Y en esta otra foto sacada desde la Cúpula de Secús que he encontrado en internet, se aprecia muy bien la divisoria. Más allá, el Pirineo Francés.

El ibón de Estanés desde la Cúpula de Secús

Llegada a la caseta de la presa (1.777 m)

Resulta que el Ibón de Estanés o lac d’Estaens como lo llaman los franceseses, de 29 ha de extensión y 15 m de profundidad máxima, es un lago de origen glaciar sobrealzado por una presa construida en 1.912 y situado en España, justo detrás de la frontera, pero se da la circunstancia de que sus aguas son utilizadas por Francia para la central eléctrica de Espélunguère.

A medida que voy caminando, sigo viendo muestras de la erosión de las calizas. Ahora unas acanaladuras en la roca llamadas lapiaz.

Rocas calizas erosionadas y las canaletas que el agua de lluvia ha formado en las mismas, es el lapiaz

Ya voy aproximándome a la presilla y a la humilde caseta que han construido sobre ella. Mi amiga Mónica ya está descansando sentada sobre la presa. Las nubes se reflejan en este ibón, que parece un espejo.

Mi amiga Mónica, ya descansando junto al ibón

Una vez allí, inspecciono el lugar. La caseta tiene una puerta metálica en la que han escrito en francés, (y que está medio borrado, por cierto) algunas indicaciones de advertencia sobre no traspasar dichas instalaciones y poco más. Yo camino por encima del muro. A un lado el ibón, y al otro, una especie de sumidero por el que baja el agua del mismo, imagino que por algún tubo, hasta la central eléctrica gala.

Pequeña presa del año 1.912

El regreso al parking de Sansanet

Una vez que hemos echado un vistazo a la presa, iniciamos el regreso. Ahora vamos a bordear la orilla del ibón para llegar al mismo punto por el que llegamos y retomar el camino del vuelta al aparcamiento de Sansanet.

Orillando el ibón
Este ibón es como un espejo lo mires desde donde lo mires

Una vez el el Puerto de Estanés, sólo nos queda desandar lo andado y seguir la senda.

Seguimos de vuelta por las innumerables roderas

Algunos montañeros han ido construyendo un «cairn» o montículo grande de piedras supongo que para orientarse bien en el invierno, cuando todo está cubierto de nieve.

Montículo a base de apilar piedras
Suelo rojizo bien bonito

Ahora ya descendemos hacia Francia. Frente a mí, puedo contemplar las montañas que rodean el Puerto del Somport y el aparcamiento de Sansanet.

Ya descendiendo

Pero también puedo ver el macizo del Aspe, y la Zapatilla, con una luz muy diferente a la de esta mañana.

Macizo del Aspe, cara norte

Volviendo de nuevo a la frontera francesa

Ahora sí, abandonamos definitivamente Aragón y el Puerto de Estanés, para entrar de nuevo en territorio francés. El lugar ya nos lo hemos aprendido. Aparece el cartel amarillo que indica que entramos en el parque nacional y que nos advierte de la regulación que se debe respetar en estos parajes.

Abandonamos Aragón
Reglamento del parque. De nuevo en Francia

Descenso al aparcamiento de Sansanet

De nuevo los caminos ya conocidos pero en sentido contrario y mucho más cómodo, pues todo es ya bajada.

La cabaña del pastor Jean Louis, esta vez iluminada por el sol de la tarde

Descendemos por el bosque de hayas, que a estas horas, las dos y cuarto de la tarde, se torna muy agradable gracias a la sombra que nos proporciona. Os dejo fotos similares que las ya vistas, pero esta vez con la luz del sol. El día al final, perfecto en lo meteorológico. Todo cambia de tonos y aparecen otras luces y sombras según la hora y la iluminación, así es la montaña.

El bosque de hayas en Francia
Ahora con luces y sombras
De nuevo los puentes pero en sentido contrario
Decimos adiós al puente sobre el el Gave d’Aspe

Y ya, finalmente, a las dos y media de la tarde, llegamos al aparcamiento, donde nos espera el coche y el regreso a casa.

Un selfie de fin de excursión ya en el aparcamiento de Sansanet

Ha sido una caminata preciosa, muy agradable en su recorrido y con un final espectacular. Muy recomendable. Hemos tenido suerte con el tiempo y la verdad es que se ha desconectado por unas horas de la rutina del trabajo que es lo importante. Espero que os haya gustado la entrada y que os animéis a repetirla en alguna ocasión. Suerte a todos, gracias por leerme y nos vemos de nuevo en otra entrada de «momentum.photo.blog».

Perfil de la ruta y MIDE

Os dejo como es habitual en cada excursión, datos técnicos y mapa de la ruta para que os sirva de orientación si os animáis ha hacerla. Lo que se denomina M.I.D.E., (imagino que casi todos sabréis el significado, pero por si alguien no lo sabe lo explico), es una nomenclatura empleada en senderismo para medir el nivel de dificultad de una ruta. Fue creada en el año 2002 por el Gobierno de Aragón.

M.I.D.E. da información en una escala de 1 a 5 (en nivel creciente de dificultad) sobre:

  • Medio: Nivel de riesgo de la ruta
  • Itinerario: Nivel de señalización del itinerario
  • Desplazamiento: Dificultad de la ruta
  • Esfuerzo: Duración de la ruta
Perfil
Ruta desde Sansanet

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