Subida hasta el Dedo de Yenefrito (1.811 m) o «el Dedo de Dios» desde Panticosa (Huesca). Distancia:14 km. Desnivel: 671 m.

Hola de nuevo amigos seguidores de mi blog. Hoy os llevo a un lugar muy curioso en las proximidades del pueblo de Panticosa, en el Valle de Tena, en pleno pirineo aragonés. El dedo de Yenefrito o también llamado el dedo de Dios. Como siempre, mientras estemos en plena pandemia, guardamos estrictamente las medidas de seguridad, mascarillas y distancia correspondiente si a la hora de hacernos fotos nos las quitamos ¿Acabará esto algún día?. Comenzamos.

Salimos de Zaragoza a las 6:45 de la mañana del sábado 17 de abril del 2021 y emprendemos dirección a Panticosa. Digo salimos porque esta vez vamos cuatro amigos en dos coches, Ángel, Luis, mi hermano Javier y yo mismo. Lo hacemos así por no juntarnos tanta gente en un solo vehículo.

El tiempo es bueno, aunque algo fresco. De hecho, una vez pasado el puerto de Monrepós la temperatura que tenemos en el exterior del coche llega a marcar -4ºC. Una vez en Panticosa dejamos el pueblo a mano derecha y seguimos por la carretera que lleva dirección al Balneario aproximadamente como un kilómetro hasta llegar a una pequeña explanada que queda a un lado.

Desde la explanada parte en descenso una pista apta para vehículos. Hay que bajar por ahí con el coche y llegamos a otra segunda explanada mucho más amplia donde se puede aparcar. Hay cerca un merendero y contenedores para dejar basura y vidrios. Es ahí donde nos cambiamos de calzado y comenzamos la excursión. Estamos a 1.186 m de altura.

Tras unos cuantos metros de recorrido llegamos a una barrera que impide el paso al tráfico rodado, excepto a vehículos autorizados.

Una vez que se pasa la barrera, la pista va subiendo progresivamente por la ladera del monte entre el frondoso bosque.

A la derecha se puede observar cuando algún claro lo permite la Sierra de la Partacua y el magnífico pico de Peña Telera. Aún hay bastante nieve y la visión es realmente hermosa.

Tras unos 35 minutos de caminata salimos a una zona de prados donde ya no hay bosque y esto nos permite observar los picos del entorno.

A la derecha se ven Sabocos y Mandilar. A nuestra espalda la Sierra de Partacua.

Aunque en los picos hay nieve acumulada del invierno, notamos que en algunas zonas se aprecia una fina capa de neviza que ha debido descargar durante la noche pues a primera vista se aprecia muy reciente.

Mientras voy caminando un pajarillo va avanzando a la vez que yo, eso sí, guardando las distancias y sin acercarse mucho, aunque sí lo suficiente para no perderme de vista. Con el zoom logro hacerle alguna foto. Es un petirrojo,(Erithacus rubecula).

El petirrojo es un pájaro sociable, atrevido y curioso que acostumbra a salir del bosque y plantarse a mitad de un camino para ver quién llega a su territorio, emitiendo su característica voz de alerta: un chip-chip metálico y seco. Y es justo lo que está haciendo.

Seguimos avanzando y al frente aparecen otros picos; están un tanto brumosos pues tienen el sol a la espalda, que asoma desde el este, pero se ven majestuosos. Son Escuellas, Catieras, Ferreras y el lejano Mallaruego.Y bajo ellos, bien visible,el Dedo de Dios o de Yenefrito, apuntando al infinito. Hasta allí vamos a llegar hoy.

De todas formas, no podemos resistir la tentación de seguir haciendo alguna foto a la Sierra de Partacua aunque nos quede a la espalda, pues nos encanta lo fotogénica que está hoy.

Al rato la pista desciende un poco y pasa junto a una fuente natural, que queda a la izquierda del camino, la Fuente A Forica, a 1459 m de altitud, esta indicada con un poste en el que a duras penas se lee su nombre. No trae esta fuente mucho caudal la verdad, pero bueno, al menos en verano el caminante la podrá utilizar para refrescarse.

Tras pasar la fuente, un montañero que viene en bicicleta por la pista nos sobrepasa. LLeva esquíes y las correspondientes botas sujetas a la mochila. Según nos cuenta, su idea es subir hasta el Forato os Diaples, (Agujero de los diablos) y bajar desde allí esquiando para luego con la bici regresar a Panticosa.

Este Forato o agujero, es una gran cavidad en la vertiente norte de la Sierra de Tendeñera. La cara sur da al Valle de Tena. Según las leyendas, desde aquí se podía acceder al ultramundo y además de este agujero, las noches despejadas, se podían ver salir demonios voladores.

Nos despedimos del intrépido montañero y llegamos a un tramo de la pista cuyo firme está hecho de cemento, imagino que para darle más consistencia, pues forma parte de una glera. Después casi enseguida, se llega al al Puente de Aulot, a 1.469 m de altitud. Este puente salva el torrente que viene del Barranco de Yenefrito.

Nada más cruzar el puente, aparece a la izquierda una senda señalizada con un pequeño hito que se interna en el barranco, pero no lo tomamos. Seguimos por la pista. Bajo estas líneas si nos fijamos bien se ve el Agujero de los diablos a la derecha, y dominándolo todo a su izquierda la Peña Forato os Diaples, de 2715 m de altura.

A la derecha del Forato se ven otras cumbres, la más predomínate es el Mallo As Peñas, o Mallo de las Peñas de Gavín, de 2.662 m.

Tras pasar el puente, recorremos unos 200 metros por la pista de la Ripera y a la izquierda junto a un poste indicativo que señala Ibón de Catieras y Dedo de Yenefrito parte una senda. Abandonamos la pista y comenzamos a subir por dicha senda.

Abajo ya se ve el Valle de la Ripera, pero lo que más llama la atención es la forma en U del antiguo valle glaciar como podéis comprobar por la foto que pongo bajo estas líneas.

Echando la vista atrás desde aquí se pueden ver tramos de la pista que hemos venido recorriendo, parece una larga serpiente de color blanquecino sobre el terreno.

Ahora ya vemos nuestro objetivo, el Dedo de Yenefrito, mucho más cerca y decidimos que es un buen momento para con el trípode hacernos unas fotos de grupo de recuerdo.

También nos apetece hacernos otra instantánea con el murallón del Forato y el Valle de la Ripera de fondo.

Seguimos avanzando hacia el Dedo entre vegetación compuesta principalmente por bojes, y siempre en moderado ascenso.

El Dedo cada vez está más cerca, pero a medida que lo vamos rodeando desde abajo, con otra perspectiva, su afilada punta se va convirtiendo más bien en un desdibujado puño. Lo que cambia la montaña según desde dónde la mires.

Mientras caminamos vamos dejando a nuestra derecha un torrente. El agua que ha salpicado la vegetación próxima se ha congelado la pasada noche, dando a las plantas una preciosa apariencia cristalina que a estas horas aún perdura.

Pero a nuestra derecha, entre la vegetación y las rocas algo se mueve en la lejanía. Para nuestra sorpresa y regocijo son nada más y nada menos que tres marmotas que nos contemplan curiosas. Se sienten seguras pues tras sus cabezas tienen su madriguera a la que pueden acceder en un abrir y cerrar de ojos. Aprovecho con el zoom para hacerles algunas fotos lo mejor que puedo, pues son difíciles de localizar.

Seguimos ascendiendo ahora ya con el muñón más que con el dedo a la vista, por un terreno casi desprovisto de vegetación.

En un momento determinado el camino se bifurca pero no hay pérdida, un poste indicativo nos dice claramente por dónde hay que ir.

Cuando terminamos de subir el sendero un precioso valle aparece ante nuestros ojos. Estamos en el Cuello de Yenefrito, a 1.785 m de altura y a un paso ya del Dedo. Si la senda de subida casi no presentaba vegetación, aquí pisamos unas preciosas praderas.

Desde aquí también se pueden contemplar de cerca el Pico Ferreras de 2.643 m ,Peña Ferreras 2.554 m y el Pico Mallarruego de 2.704 m.

Y finalmente, ahora sí otra vez en una espectacular perspectiva podemos contemplar el Dedo de Dios en toda su espeluznante magnitud. Es curioso que en una zona relativamente próxima existan dos estructuras geológicas tan dispares en su apariencia como en su denominación popular como son el Dedo de Dios y el Agujero de los Diablos. El bien y el mal, el cielo y el inframundo y todo envuelto en la leyenda, como no podía ser de otra forma en el pirineo.

La idea es llegar hasta la punta del Dedo a 1.811 m. Pero no pinta nada bien. El terreno es muy expuesto a ambos lados, hay bastante caída desde un roquedo por el que nuestro amigo Luis comienza a avanzar. Enseguida comprueba que es difícil el acceso por ahí y retrocediendo sobre sus pasos decide bordear el roquedo por la parte baja.

Yo en un principio estoy tentado de seguirle, pero me doy cuenta que a pesar de ser más accesible el terreno sigue habiendo una importante caída ladera abajo en caso de dar un mal paso. Como desisto de subir el Dedo, no tiene mucho sentido exponerme para llegar sólo a su base así que definitivamente me quedo en el Cuello de Yenefrito. Javier y Ángel son de mi misma opinión y tampoco van, no nos queremos arriesgar a sufrir un percance.

Luis sin embargo se anima. Le hemos dicho que si llega le haremos fotos desde aquí. La verdad es que nos preocupa como se las va a arreglar no tanto para subir sino para bajar luego. Al rato con el zoom veo un hombre de rojo en la base del Dedo. Ha llegado. Ahora comenzará a subirlo.

Poco después llega hasta un punto en el que ya le podemos hacer fotos, prácticamente en la punta del Dedo. Mi recomendación es que si no os veis muy seguros no lo hagáis porque tiene bastante riesgo. Y por supuesto abstenerse personas con vértigo.

Lo ha conseguido. Ahora tiene que bajar. Quizás sea la peor parte, pero se las apaña sin problema y vuelve al Cuello de Yenefrito sin contratiempo alguno.

Ya estando Luis con nosotros, decidimos que vamos a comer algo antes de iniciar el camino de regreso.

Entretanto una pareja de jóvenes excursionistas que ha llegado a nuestra posición nos pregunta qué tal es la ascensión al Dedo. Luis ya les advierte, que si tienen vértigo mal. Pero se animan también. Nos piden que si llegan les hagamos fotos desde aquí que luego les enviará Ángel por whatsapp.

Y vaya si llegan. Y hasta la misma punta. Él se mueve con soltura. La chica va más apurada. Llegamos a la conclusión de que tiene que ser experto montañero o algo porque se mueve como Pedro por su casa. Luego más tarde nos dirá que vive en Benasque. Igual es hasta guía de montaña, va con mucha confianza y se le nota.

Como podéis ver por las fotos, subir este Dedo no es precisamente un paseo por el parque, así que si lo subís siempre con mucho cuidado y sin agobios. Si os da respeto o no os veis capaces, mejor no intentarlo. Y mucho cuidado con la bajada. Por mi parte, no me supone ningún problema no llegar hasta allí, estoy disfrutando igualmente de esta estupenda excursión por estos parajes. A la montaña no vengo a pasar un mal rato, sino a divertirme. Cada cual es responsable de de sí mismo y de sus decisiones.

Tras dar buena cuenta de los bocatas, unas últimas fotos por aquí e iniciamos el camino de regreso.

De nuevo junto al torrente vuelvo a cruzarme con las marmotas. Esta vez una de ellas posa curiosa y logro hacerle unas cuantas fotos que os pongo bajo estas líneas.

Desde aquí también se ve el Agujero de los Diablos, y una mancha negra alargada en la nieve próxima a él. ¿Será nuestro montañero de antes, el de los esquíes?. No lo sabemos, pero lo parece.

Mientras volvemos tenemos una visión del Dedo iluminado por el sol y ahora sí vemos claramente que la caída desde ahí no es para tomársela a broma.

Volviendo de nuevo por la pista, la Sierra de Partacua sigue igual de espectacular aunque esta vez el sol incide desde otro ángulo diferente al de hace unas horas.

Algunos almendros al borde del camino aún conservan la flor y con los picos nevados de fondo crean una bonita estampa.

También podemos observar a lo lejos un curioso pico grisáceo truncado y rocoso, la punta de la Cochata de 1.908 m. Tal vez algún día subamos ahí.

En el suelo, en mitad de la pista, algo me llama la atención. Un montón de procesionarias arrebulladas toman el sol. Son una verdadera plaga para las coníferas. A lo lejos, un helicóptero de la Guardia Civil de montaña remonta el vuelo, tal vez acuden a algún rescate. No lo sabemos.

Finalmente llegamos a los coches. Junto a la zona donde hemos aparcado hay un cartel informativo que nos explica que estamos en la Reserva de la Biosfera de la zona Ordesa – Viñamala.

Ha sido una estupenda excursión muy recomendable, fácil de hacer salvo por la subida al Dedo que presenta cierta dificultad por lo expuesto y que ya queda en la elección de cada uno el subirlo o no. Espero que os haya gustado esta entrada del blog que he procurado hacer de forma muy resumida priorizando las fotos frente al texto al contrario que otras veces que me extiendo más. Bajo estas líneas os paso la ruta que me envió mi amigo Luis sacada directamente de su GPS. Hasta pronto, gracias por leerme y… ¡nos vemos en otra entrada de Momentum.photo.blog!

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