Subida al Pico del Rayo (1.427 m). Sierra de Vicort.Desnivel 700 m.Total:14 km.

Hola amigos seguidores de mi blog. Hoy me han invitado a acompañar a Ángel, Luis y una amiga de Luis;Carmen, a subir este pico representativo de la Sierra de Vicort,muy cercana a la Sierra de Algairén que ya conocéis por otras entradas. Es el pico del Rayo (1.427 m), en el sistema ibérico zaragozano.

Es 13 de junio, sábado. Y es la primera salida que hago tras el confinamiento por el coronavirus, ya que estamos en Aragón en fase tres y ya se pueden hacer este tipo de desplazamientos. Tenía ganas pues han sido casi cuatro meses de forzada inactividad. Vamos en dos coches, por eso de no meternos mucha gente en uno, y con las correspondientes mascarillas.

Se llega allí por la autovía que nos lleva a La Muela y pasa al lado de la Almunia de Doña Godina. Nos desviamos cogiendo una salida hacia El Frasno. 70 km después y unos 45 minutos de coche desde Zaragoza y estamos.

El recorrido comienza en el pueblo de El Frasno, bueno, exactamente no. En realidad nos tenemos que acercar a una zona cerca del pueblo que se llama Colonia Veraniega Nuestra Señora de Pietas. Dejamos los coches aparcados al lado de un espacio acondicionado como merendero bajo unos frondosos árboles y comenzamos a caminar, lógicamente, cuesta arriba. Lo primero que vemos es una Ermita, la de Nuestra Señora de Pietas y continuamos subiendo. Son aproximadamente las 8 horas.Seguiremos, casi siempre, las marcas verdes y blancas del SL-Z-36. (sendero local)

La ermita está cerrada, así que continuamos la marcha. A estas horas de la mañana hace algo de fresco pero es agradable. El sol va despuntando e ilumina primero las zonas altas de los montes.

Una vez superada la zona de la ermita, vamos avanzando por una pista rodeada de bosque que zigzaguea por la ladera de la montaña.

La ruta a seguir no tiene pérdida, pues no hay mas que ir fijándose en las marcas blancas y verdes que corresponden al sendero local y que están pintadas sobre los troncos de algunos árboles y sobre algunas piedras al borde del camino.

A veces la pista da un giro de 180 grados en su constante subida por la ladera. En la foto que os pongo debajo, que espero que os sirva de indicación, se ve claramente. Atentos porque hay ocasiones en que parece que la pista sigue recta pero hay que continuar por donde indican las marcas del SL.

Se nota que la naturaleza ha estado a su aire durante el tiempo del confinamiento, no ha existido tanta presión humana durante este tiempo por las rutas habituales seguidas por los excursionistas, está todo muy verde y frondoso. No obstante no bajo la guardia y mantengo todo el tiempo la distancia de seguridad pues no llevo la mascarilla.

A medida que vamos caminando, la pista sale del bosque y discurre por una zona más despejada. A los lados pueden verse un montón de cantuesos (lavandula stoechas) con sus características brácteas de color violeta.

A medida que subimos más y más el paisaje va quedando a nuestros pies. Se pueden ver perfectamente las estribaciones de la sierra, como si fuesen olas del mar, y también el pueblo de El Frasno y la zona Veraniega de Pietas muchos metros más abajo.

La senda va progresando y llegamos a una especie de refugio pastoril o casa de labor, que queda a un lado del camino.Todo está lleno de amapolas y de árboles frutales, más concretamente de cerezos.

Cuando salimos del campo de cerezos tenemos que seguir todo recto tal y como podéis ver en la foto e internarnos en en una zona de densa vegetación. Hay rosales silvestres y zarzas además de otras planas. El confinamiento y la ausencia de excursionistas en los últimos meses han permitido una naturaleza exuberante. Yo voy con pantalón corto, y me llevo más de un pinchazo, mejor venid de largo.

Al adentrarnos en la espesura un árbol nos indica el camino, ya que presenta las marcas blancas y verdes del sendero local sobre su tronco.Al principio la senda se ve algo, luego nada, sólo se intuye,pero afortunadamente el recorrido, siempre en pendiente, no es muy largo.

Me llaman la atención unas extrañas flores que parecen salir de unos pequeños bulbos pero lo que me sorprende de manera muy desagradable es una mascarilla que han dejado colgando de un arbusto. Sin comentarios.

Cuando salimos del espinoso túnel verde volvemos a entrar en un campo de cerezos un poco más arriba.

A mano izquierda, junto a un pequeño mojón de piedras, hay una senda. Ésta es la que hay que tomar. No os despistéis. No hay que seguir cruzando el campo hasta la zona alta. Bajo estas líneas os pongo la foto para que os situéis.

La verdad es que todo está muy verde y el paseo se hace muy agradable. El relieve, abajo, surge de la llanura. también veo hongos y setas entre las hierbas.Veo un champiñón silvestre o agaricus silvestris con su característico sombrero de color blanquecino.

Terminamos esta primera parte de la ascensión y llegamos a un amplio collado que está sembrado de altas hierbas de color marrón, es el Collado de Marigil (1.153m). Mi amigo Ángel emula a Russell Crowe en la película gladiator, cuando va tocando con la mano las plantas.

El collado supone un pequeño respiro. Hay dos carteles indicativos de coto de caza.De hecho se escuchan disparos en la lejanìa. Yo voy de camuflaje. Espero que no me confundan con un jabalí .

Pasado el collado, vamos bordeando el bosque. Hay señales que indican que vamos por el sendero local. Nuevamente no hay posibilidad de pérdida.

Cuando no hay árboles o piedras donde poner las marcas del sendero plantan un palitroque y las ponen ahí. Lo podéis ver en la foto que os pongo debajo. Pero hay que seguir recto bordeando el bosque, no hay que entrar en él. La pista aquí hace un ligero descenso.

Un aroma especial invade el espacio que vamos recorriendo. Se ven praderas de cantuesos, esta planta aromática tan bonita y que en estas fechas está en flor.

También se ven un montón de Ferula communis, o cañaheja que es una megaforbia, es decir, una hierba gigante, perenne, que es altamente tóxica.La ingesta de esta planta puede producir la muerte por hemorragia interna, especialmente en los ovinos. Continuamos caminando por la ladera del monte a veces entre los árboles, otras entre los claros.

A la izquierda la senda se abre al paisaje y vemos el camino que tendremos que seguir. Una gran nube pegada a la cima de la montaña oculta el pico del Rayo. ¿Seguirá ahí para cuando lleguemos?.

Volvemos a internarnos en el bosque y esta vez son los altos troncos de los pinos los que nos reciben. Alguna amanita caesarea se ve en el suelo,entre las agujas del pino.

También se ven líquenes y musgo y hasta diría que perejil. Cuando terminamos de subir la ladera, llegamos otra vez a la pista y a un refugio. Allí hay un cartel indicativo de la dirección a tomar para ir al Pico del Rayo. Un poco antes vemos un bebedero para el ganado fabricado con tejas.

El refugio se llama Acebal a 1.234 m. Seguimos las indicaciones de los carteles y avanzamos por la pista. Hemos dejado atrás, en la ladera, un bonito bosque de acebos.

Es en este punto cuando podremos ver tres marcas de pintura sobre las piedras y árboles en el camino, blanca, roja y verde. Significa que el sendero local se una a una ruta GR o de gran recorrido que van pintadas siempre en blanco y rojo.

En las laderas hay un montón de Digitalis purpurea, llamada popularmente dedalera o digital, es una especie herbácea bienal de la familia de las plantagináceas. También se conoce como guante de nuestra Señora o campanas de San Juan.

Su peligro reside en la digitalina, una toxina que afecta al funcionamiento cardiaco. De hecho, su extracto es utilizado como medicina para las arritmias y otros problemas cardiacos. Sin querer en la foto descubro una araña de color amarillo y negro que espera tranquilamente su presa encima de una de estas flores

Mirando hacia atrás en o alto se puede ver el pico de la Nevera, donde está situado el característico globo grisáceo que no es sino un radar. Hace 56 años EE. UU. entregó al Mando de Defensa español el gran radar, construído en plena Guerra Fría. Su transformación lo ha convertido en uno de los más avanzados de Europa.

Este gran radar está situado a 1.411 metros de altura se encuentra el EVA nº 1 (Escuadrón de Vigilancia Aérea). Bajo este nombre suministra permanentemente datos de radar para el control aéreo de nuestro país por parte del Sistema de Mando de Control del Ejército del Aire y de Aena. Es decir, que desde aquí se vigila el espacio aéreo del cuadrante Noreste de la Península, por donde circula todo el tráfico que llega de Europa o entra en África.  Casi nada.

Cuando la pista se acaba, hay que tomar un desvío a la derecha. Hay un cartel que indica la dirección hacia el pico. Nos disponemos a atacar el último repecho para alcanzar la cumbre.

Desde aquí se ve muy bien la sierra de Algairén, el pico Valdemadera con sus antenas, bajo él, el pueblo de Tobed,el pico del Espino, el Cortado, Santa Cruz de Grió y el Collado Mayor.

Ha escampado y la nube que antes no nos dejaba ver el pico se ha ido. Ahora se aprecia claramente. Es una repisa de roca gris. Hasta allí tenemos que subir.

Este último repecho es pronunciado pero se ve compensado por las vistas que se pueden contemplar desde aquí que son magníficas.

Cuando llevamos un rato progresando por la senda vemos arriba a lo lejos una especie de caseta y un gran pararrayos, por algo le llaman el pico del Rayo. Hemos llegado. Hay un par de vértices geodésicos pintados de azul celeste. Estamos a 1.427 metros de altitud.

Desde aquí, en la otra vertiente, se puede ver muy bien la localidad de Calatayud, a cuya comarca pertenece El Frasno.

Una vez en la cima nos tomamos nuestro tiempo en hacernos algunas fotos y disfrutar del paisaje. Hace aire, y es fresco. Nuestra compañera de excursión, Carmen, se queja de algo de frío. No estaremos mucho rato.

Pero cuando nos vamos a hacer la foto oficial en la cima, llega un grupo de ciclistas BTT, que se suman a nuestra instantánea. Hay buen ambiente, son muy simpáticos, pero no veo distancia de seguridad por ningún lado. El virus sigue, y la gente a veces parece no darse cuenta de ello. Yo procuro alejarme lo más posible de las concentraciones de gente y guardar siempre la distancia de seguridad de los dos metros.

Tras todo esto nos disponemos a bajar otra vez hacia los coches. Lo vamos a hacer por el mismo camino que utilizamos en la ida. Antes, mis compañeros de excursión toman un tentempié.

Llegamos a la zona del refugio de Acebal y un cartel nos indica que estamos a 6,5 km de El Frasno. Descendemos por la senda entre los acebos. Desandamos lo andado.

Un claro del bosque nos permite ver allá abajo la localidad de Inogés sobre un montículo. Un montón de casitas con el tejado color teja y las paredes blancas entre las montañas y los bosques de carrascas y encinas.

También veo el Frasno y la Colonia Veraniega de Nuestra Señora de Pietas. Me topo con una mariposa blanca la Pieris brassicae.Es un lepidóptero perteneciente a la familia Pieridae. Puede llegar a ser un auténtico peligro para los cultivos, cuando su número crece demasiado y forma plagas. 

Seguimos bajando y tras pasar por los cerezos que por cierto tienen algunos sabrosos frutos colgando de las ramas, hay que volver a entrar en el espinoso túnel de vegetación. Los rosales se toman su tributo en forma de espinas clavadas en mis dedos y piernas. Me hacen sangre, pero son rasguños más molestos que otra cosa.

Dejamos a un lado las amapolas y la casa de labor y ya vemos la colonia veraniega. Las casas deben se de los años 50 o 60. Ahora ya sólo nos queda llegar a los coches.Son las 13:30 horas cuando ya nos vamos acercando.

Una vez en los coches nos vamos al pueblo de El Frasno a tomar algo y damos por concluida la excursión. Ha sido una mañana de expansión y contacto con la naturaleza, muy deseada después de tanto tiempo sin poder salir por el Estado de Alarma.

Bajo estas líneas os dejo el perfil de la excursión y la ruta seguida, en amarillo. Han sido algo menos de 6 horas y 14 km de recorrido con un desnivel acumulado de 700 m. Espero os hay gustado la entrada, que he intentado hacer más breve que en otras ocasiones y nos vemos de nuevo en otro relato del blog. ¡Hasta pronto!.

Deja un comentario